Sabemos que después de la emboscada y represión del campamento de la marcha en defensa del TIPNIS, usted presentó su carta de renuncia y que fue presionado para permanecer en el Gobierno.
Sabemos que también cuando se dio el gasolinazo nuevamente fue usted quien puso como condición para no retirarse del Gobierno la revocatoria inmediata de la medida.
Sabemos que usted sabe que el Gobierno no defiende la carretera, sino el contrato y que usted sabe que ese contrato beneficia a alguna de las cúpulas del Gobierno.
Sabemos que usted ha exigido la paralización del contrato de la carretera y que por esa presión suya el Presidente anunció una suspensión, que no es lo mismo.
Sabemos que cuando fue a hablar con los dirigentes de la marcha usted se refirió a los interculturales como colonizadores y que ésa no fue simplemente una vieja costumbre, sino que usted está consciente del peso que tiene la diferencia de términos.
Sabemos que usted está consciente del andinocentrismo que sufre el Gobierno, por eso mismo fue a la marcha personalmente, por eso mismo intentó en persona descifrar las complejidades y profundidades del planteamiento que la marcha defiende.
Sabemos que para usted permanecer o irse del Gobierno es una cuestión de conciencia y compromiso con el proceso histórico de lucha de los pueblos indígenas y no una cuestión de poder.
Sabemos que su permanencia en el Gobierno es uno de los pocos factores de cohesión que le queda al Gobierno, si usted se va sería realmente el principio del fin.
Sabemos que usted está consciente de que su presencia es la única contención del avasallamiento del clan de García Linera, ex inquilino, hoy cuasi propietario del Gobierno. Quizás es ese peligro lo único que lo retiene ahí adentro.
Sabemos por eso que usted está viviendo días de muchísima presión, por eso le escribimos esta carta en gesto de amistad para contarle lo que desde acá afuera y desde acá abajo vemos y que usted desde allí adentro y desde allí arriba no puede ver.
La evolución histórica de inventar una nueva sociedad distinta, descolonizada, despatriarcalizada, horizontal, de plenitud y felicidad no es un proceso que hoy esté conducido por el Gobierno del Movimiento Al Socialismo.
No es que tantos y tantos amigos y amigas se han alejado del proceso, sino al revés, es el Gobierno el que se ha ido alejando de su eje, es el Gobierno el que se ha extraviado en el ejercicio de poder, por eso es el Gobierno responsable de la inaceptable represión a los niños y niñas de la marcha. Sobre muchas cosas se han inventado mentiras y la sociedad se las ha tragado, pero sobre esto no hay mentira que pueda tapar las lágrimas sinceras y hondas de esas wawas.
Imaginamos que usted ha retirado su renuncia porque cree que este Gobierno aún tiene una última oportunidad de reencontrarse con su propia razón de ser. Creemos que en eso se engaña usted. El proceso va a continuar más allá del Gobierno, desde ya y gracias a la marcha y gracias a las infinitas luchas sociales es que el proceso continúa su avance, en realidad a pesar del Gobierno.
Le contamos, señor canciller, que las cosas en las calles no han cambiado, que la Policía es tan abusiva como siempre, que en las escuelas se sigue alimentando el miedo a ser una misma, que en los hospitales el olor a desamparo es el mismo de siempre. Que ustedes han hecho tan poco de real y de efectivo que se convierte en casi nada. Que si toma usted un minibús a El Alto, la ruta que va a recorrer es el camino de un neoliberalismo explotador y deshumanizado como el de siempre.
Por lo tanto, la esperanza del hacer y el transformar no está en el Gobierno, sino afuera.
Sin embargo, le hemos escrito esta carta para pedirle un gesto que desde allí adentro sería muy útil para el proceso. Queremos pedirle que independientemente de los discursos y decisiones gubernamentales respecto de la marcha, usted la acompañe a pie junto a las mujeres desde la Cumbre, en su entrada a la ciudad. Que la acompañe como uno más. Sabemos que para poder hacerlo tendrá que explicar por qué se fue sin avisar, tendrá que pedir perdón y lograr que la gente crea nuevamente en su sinceridad. Por eso mismo se lo pedimos, conscientes de que usted no tiene nada más valioso que hacer que enseñar a su Gobierno a pedir perdón.
María Galindo es miembro de Mujeres Creando.
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