jueves, 25 de agosto de 2011

Comunidad Vegana en Bolivia apoyando al TIPNIS



La Comunidad Vegana de Bolivia  está trabajando en apoyo de la Marcha Indígena en defensa del TIPNIS recolectando víveres y ropa para los marchistas. Dejen sus aportes en:
DERECHOS HUMANOS Av. 6 de agosto o en la calle Sagarnaga #62 por las tardes.

Así mismo,  el sábado próximo a la 19:00, en la Iglesia San Francisco, se realizará una capacitación PRACTICA sobre conservación de la naturaleza y respecto al TIPNIS.

Apoyo de indígenas brasileros al TIPNIS


Marcha por defensa del TIPNIS - Documental


Marcha en defensa del TIPNIS from fotunka on Vimeo.

DECRETO LEY Nº 07401 - 22 de Noviembre 1965


DECRETO LEY Nº 07401
GENERAL DE FUERZA AEREA RENE
BARRIENTOS ORTUÑO
GENERAL DE EJERCITO ALFREDO
OVANDO CANDIA
PRESIDENTES DE LA H. JUNTA MILITAR DE GOBIERNO


CONSIDERANDO:

Que es deber del Supremo Gobierno conservas las cuencas hidrográficas y las nacientes de los ríos a fin de evitar inundaciones e interferencias en la navegación;

Que en las provincias del Chapare y Moxos de los Departamentos de Cochabamba y Beni respectivamente, el Estado posee áreas que por su particular belleza, ubicación, topografía, riqueza en flora y fauna, merecen ser mantenidas como reservas vírgenes;

Que la construcción del camino marginal de la selva y los planes de colonización, ponen en serio peligro la integridad de los recursos naturales renovables y, consiguientemente, de la belleza escénica de la región;

Que por los parques nacionales constituyen centros de recreo, turismo, estudio e investigación, incremento y defensa de los recursos naturales renovables;

EN CONSEJO DE MINISTROS,

DECRETA N:

ARTÍCULO 1.- Declárase “Parque Nacional del Isiboro y Sécure el área comprendida dentro del perímetro que corresponde a los siguientes límites:

Por el Norte, parte del hito tridepartamental de La Paz, Beni y Cochabamba, abra de Marimonos y a seguir por el curso de los ríos Natusama y Sécure hasta la confluencia de éste con el Isiboro.

Por el Sud, por el curso de los ríos Yusama e Isiboro hasta la confluencia de éste con el río Chipiriri.

Por el Este, de las Juntas del río Chipiriri por la cuenca del río Isiboro hasta su unión con el río Sécure junto al Puerto Gral. Esteban Arze.

Por el Oeste, mediante las aguas divisorias de las Cordilleras del Sejeruma y Mosetenes.

ARTÍCULO 2.- En caso de existir propiedades particulares dentro del área del Parque Nacional, se someterán a las limitaciones y disposiciones reglamentarias que dicte el Ministerio de Agricultura, no siendo permitido el asentamiento de colonizadores.

ARTÍCULO 3.- La organización, administración y manejo del Parque, estará a cargo de la División de Forestal, Caza y Pesca.

ARTÍCULO 4.- El presupuesto para la administración y manejo del Parque Nacional “Isiboro y Sécure”, dependerá del Ministerio de Agricultura, debiendo éste consignar una partida especial anualmente.

ARTÍCULO 5.- El presente Decreto Supremo será reglamentado a los ciento veinte días de su vigencia.

El señor Ministro de Agricultura, queda encargado de la ejecución y cumplimiento del presente Decreto.
Es dado en el Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz, a los veintidos días del mes de noviembre de mil novecientos sesenta y cinco años.

FDO. GRAL. RENE BARRIENTOS ORTUÑO, Tcnl. Carlos Alcoreza M., Cnl. Rogelio Miranda B., Tcnl. René Bernal E., Cnl. Sigfredo Montero V., Cnl. Eduardo Méndez P., Cnl. Juan Lechín S., Cnl. Carlos Ardiles I., Marcelo Galindo de U.


Poema de Beba da Silva

Mamá, naturaleza
Bolivia está de moda
es la última frontera verde
es la última pureza
y está de moda, mamá
y ellos llegan, ellos ya están....

La madre tierra está esperando que
a sus hijos se les de
todo el respeto, todo el valor
que no los hagan vestir frac
ni olvidarse por crecer...

Mamá, naturaleza,
Bolivia está de moda
y ellos llegan, ellos ya están
por eso invierte ya
en ti misma, en tu cabeza
quién sabe así
no te subastan más!

SI al TIPNIS y al socialismo. NO a la IIRSA y al imperialismo

Fuente: SI al TIPNIS y al socialismo. NO a la IIRSA y al imperialismo


La VIII Marcha Indígena en Defensa del TIPNIS está su segunda semana de camino de Trinidad hacia La Paz. La movilización de los indígenas del Territorio Indígena y Parque Natural Isiboro Sécure (TIPNIS) ya consiguió un resultado: causar desconcierto en la opinión pública nacional e internacional por una marcha indígena que reivindica la defensa de la Madre Tierra al gobierno indígena que proclama internacionalmente los derechos de la Madre Tierra.
Desde el propio Presidente y voceros del gobierno se ataca a los indígenas con acusaciones graves, como la de participar a una conspiración
La carretera de la discordia
La carretera de la discordia
internacional orquestada por la embajada de EEUU. No queremos ahora entrar en este aspecto porque nos interesa concentrarnos sobre la cuestión principal. La carretera San Ignacio de Moxos – Villa Tunari que, como se ve en la grafica, en su segundo tramo partiría en dos el más de un millón de hectáreas de biodiversidad del Territorio Indígena y Parque Natural Isiboro Sécure, es el eje de una estrategia global de desarrollo del gobierno y de la proyección internacional de Bolivia. En cuanto tal, no es asunto privado entre el gobierno y los indígenas del TIPNIS. Es tema de vital importancia para la clase trabajadora y toda la militancia revolucionaria.
TIPNIS: parque, petróleo, tierra y carreteras
La instauración, en 1990, del TIPNIS con el doble estatus de parque natural y territorio indígena, no ha acabado con las amenazas que lo ciernen. En 2010 (DS 676) parte del TIPNIS fue declarada “área de interés” para la exploración de hidrocarburos. Multinacionales como REPSOL YPF y PETROBRAS ya empezaron los correspondientes estudios técnicos preliminares a la perforación, según admisión del mismo presidente de YPFB Carlos Villegas.
Los “cuartoneros”, como se les llama a los comerciantes ilegales de la preciada madera del TIPNIS, ya han provocado la desaparición de decenas de hectáreas del bosque. Su actividad ilegal se concentra obviamente en las zonas más accesibles alrededor de los caminos y de una franja en proximidad del rio Isiboro. Dos empresas madereras (Fátima y Suto) ingresaron ilegalmente al TIPNIS abriendo caminos con maquinaria pesada en el límite norte del área protegida.
El artículo 5 del DS 22610 de 1990 dispuso “fijar una línea roja que evite nuevos asentamientos campesinos colonizadores en los Parques Nacionales, en especial en el Parque Nacional Isiboro-Sécure”. Sin embargo las penetraciones constantes de colonizadores, principalmente cocaleros de la zona del Chapare, ha hecho retroceder esta “línea roja” 7 veces desde 1999 hasta 2009. Los colonizadores, de acuerdo al Censo de 1993, eran poco menos de 10mil personas, un número que ha ido constantemente creciendo junto al hambre de tierra. Hasta hoy todas las fuentes oficiales, inclusive los dirigentes de la Federación del Trópico, admiten que hay cocaleros organizados que trabajan por encima de la “línea roja”.
La carretera: ¿desarrollo?
De acuerdo al mismo Censo de 1993, en el TIPNIS vivían 4.563 indígenas de etnia moxenos, yuracaré y chimanes, agrupados en unas 64 comunidades que se dedican principalmente a la agricultura, caza y pesca[1]. En base a la misma fuente, la tasa de analfabetismo en el TIPNIS es muy alta, del 60%, y las escuelas, presentes en cada comunidad, son en su mayoría hasta el tercero de primaria. Existen postas sanitarias solo en 5 comunidades o poco más.
Desde la marcha que llevó a la instauración del TIPNIS, la unidad de los indígenas que lo habitan ha sido perjudicada por los mismos peligros que sufre el parque. La Subcentral TIPNIS que formalmente representa a las 64 comunidades se escindió en el trascurso de las últimas dos décadas dando lugar a otras dos organizaciones, la CONISUR y la Subcentral Sécure. Las escisiones tuvieron lugar principalmente por las diferentes actitudes frente a las incursiones en el TIPNIS.
La Subcentral Sécure por ejemplo avaló la penetración en el parque de la empresa maderera Fátima. Esta organización fue creada por iniciativa de Marcial Fabricano, dirigente indígena vinculado al contrabando de madera y por esto expulsado del TIPNIS, que fue también viceministro de Asunto Campesinos de Goni. Comunidades en el sur del parque se fusionaron a los colonos, renunciando a su titularidad sobre la Tierra Comunitaria de Origen a cambio de un cato de coca. Es por esto también que las 18 comunidades agrupadas en CONISUR no participan formalmente a la marcha, por el contrario declararon su apoyo a la construcción de la carretera.
En base a estos antecedentes la preocupación de los indígenas que rechazan la construcción de la Villa Tunari – San Ignacio de Moxos es totalmente justificada. Organizaciones ambientalistas calculan que en pocos años la realización de la carretera haría desaparecer el 40% del parque. La carretera traerá más madereros, mas avasallamientos y mas multinacionales de hidrocarburos. Los supuestos beneficios al turismo (¿qué turismo hay sin parque?) o al pequeño ganadero beniano que tendría nuevas rutas para eludir el monopolio de la oligarquía cruceña, son poco creíbles, porque no son estos los verdaderos objetivos de la construcción de la carretera.
La Iniciativa IIRSA
La carretera San Ignacio de Moxos – Villa Tunari debería unir a los departamentos de Beni y Cochabamba representando un tramo de un más
Este mapa, anexo a los documentos firmados en 2000, muestra claramente que el proyecto de la carretera es parte desde un principio del IIRSA
Este mapa, anexo a los documentos firmados en 2000, muestra claramente que el proyecto de la carretera es parte desde un principio del IIRSA
amplio “corredor bioceanico” para aproximar las costas brasileras del Atlántico al Pacifico peruano y chileno. Es uno de los proyectos de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana, mejor conocida como la IIRSA. La IIRSA fue concebida por el último gobierno derechista de Brasil, del Presidente Cardoso, con la participación de organismos financieros internacionales como el BID, la CAF, FONPLATA y últimamente el Banco Europeo de Inversiones. La IIRSA fue finalmente consensuada en una reunión de presidentes de Sur América en Agosto de 2000 en la cual Bolivia fue representada por Banzer.
Como se ve claramente en la grafica[2] ya la reunión entre presidentes celebrada en Brasilia en agosto de 2000 proyectaba la construcción de una carretera entre Villa Tunari y San Ignacio de Moxos, atravesando el TIPNIS. No podemos evitar a este punto unas preguntas polémicas: a) ¿con que cara la derecha pretende ahora aferrarse a la bandera del TIPNIS? Y b) ¿en base a cual criterio marchar hoy contra esta carretera es “de derecha” y defender su proyecto, que fue aprobado por la derecha, es ahora “de izquierda”?
La IIRSA, presentada como plan para la integración de pueblos, es en realidad un plan para integrar mercados. Por esto se pretende vertebrar el subcontinente suramericano con una serie de infraestructuras viales y energéticas, financiadas con recursos propios de los países o con préstamos de los organismos financieros internacionales. En nuestro caso la carretera San Ignacio de Moxos – Villa Tunari es financiada principalmente por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES) con que Bolivia se endeuda por 15 años por un monto 332 millones de dólares (más intereses) de los 400 y pico millones de dólares que costaría la obra.
El MAS y la IIRSA
De los 10 ejes principales de la IIRSA 6 atraviesan Bolivia, por su posición geográfica en el corazón de América. Se calcula que por la ejecución de todas las fichas de la IIRSA, Bolivia tendrá que asumir inversiones por un monto de 5mil millones de dólares, más los 10mil millones de dólares que es el presupuesto mínimo necesario para el proyecto de la Ferrovía Interoceánica, todavía en estudio. Los planes de la IIRSA avanzaron sin ninguna oposición durante el mandato de Goni con el apoyo de la mega coalición de partidos que sostenían su gobierno. Tras su posesión en 2006 en cambio así se expresaba Evo Morales en una cumbre de países suramericanos
debemos revisar el IIRSA para tomar en cuenta las preocupaciones de la gente que quiere ver carreteras en el marco de polos de desarrollo y no autopistas por las que pasan contenedores para la exportación en medio de corredores de miseria y un incremento del endeudamiento externo”.
Estaba totalmente en lo acertado el Presidente en 2006, entonces ¿Por qué se ha cambiado idea? ¿Qué es lo que hace de estas carreteras ahora “polos de desarrollo”? No podemos llegar a una respuesta sin tomar en cuenta la experiencia de estos años, a partir de las presiones de Brasil para mitigar los efectos de la nacionalización que llevaron a la renuncia de Soliz Rada. Años de reformas sociales que pero el pueblo boliviano ha tenido que pagar al caro precio de la inflación, el desabastecimiento, la escasez de productos y la escasez productiva, la corrupción, el estancamiento y en algunos casos el decaimiento de la producción agrícola particularmente en los alimentos de la dieta básica boliviana, la especulación de todo tipo, el contrabando y finalmente el surgimiento de nuevas capas de ricos que se visten de whipala y socialismo cuando hay que pelear una pega o en las elecciones.
La carretera de la coyuntura
La reconducción comunitaria de la revolución agraria ha saneado 27 millones de hectáreas – de los cuales 17 millones de Ha fiscales – titulándose 21 millones de hectáreas a Tierras Comunitarias de Origen. Esto ha afectado a la producción agrícola, como se ve en grafica, por la inseguridad en el sector agropecuario que obtiene grandes rendimientos solo a mayores superficies cultivadas con sistemas erosivos como el chaqueo. De allí la capitulación a la propiedad privada de la tierra que es el antesala de la reconstitución del latifundio.
Variaciones en los volumenes de producción agricola al 2010 (Fuente INE, realización gráfica El Deber)
Variaciones en los volumenes de producción agricola al 2010 (Fuente INE, realización gráfica El Deber)
La subvención al carburante, que funciona como control indirecto de los precios, desincentiva la inversión de las multinacionales generando escasez. De allí el gasolinazo. La reglamentación de precios induce a la realización de ganancias con otros medios, de allí el contrabando y las tendencias a la liberalización. Miles de ejemplos podrían hacerse todavía para sacar la misma conclusión: hay solo una cosa peor del capitalismo y es un capitalismo que no funciona. Esto es lo que tenemos ahora.
Un Estado no se caracteriza por la nación en que apoya o por la forma o el tipo de gobierno que lo rige, sino por sus relaciones productivas (de clase) prevalentes. El Estado debe garantizar abastecimiento alimentario, carburante, mercados etc., y si los principales actores económicos siguen siendo multinacionales, latifundio, industriales y bancos privados pues a ellos se tendrá que hacer concesiones, garantizándole su derecho a la ganancia.
La proyección internacional de Bolivia
Conociendo el discurso ideológico de las corrientes mayoritarias en el gobierno y el MAS es licito suponer que el espejismo de la integración de Bolivia con los mercados regionales y la posibilidad de negociar – como se hizo con Brasil – preferencias arancelarias para la exportación de productos bolivianos, todo esto haya representado un argumento fuerte para intentar atribuir a los proyectos de la IIRSA una función antiimperialista y de palanca para el desarrollo nacional. La IIRSA permitiría a Bolivia superar su enclaustramiento y vincularse al mercado mundial vinculándose un macro mercado regional en expansión, garantizado por la presencia de gobiernos de izquierda. Se trata de una ilusión peligrosísima.
Sobre base capitalista los planes de la IIRSA servirán solo a someter aun más las economías más débiles a las más fuertes. La abertura de estas vías de comercio y capitales hará sucumbir las economías menos desarrolladas como la boliviana, sin impulsar mínimamente su desarrollo. Carreteras como la que afecta al TIPNIS atraerán soyeros y madereros de Brasil. Ya ahora hay más de un millón de hectáreas de tierra boliviana tituladas legalmente a empresarios de Brasil, que es el principal comprador de nuestra madera. A estos sectores de la burguesía brasilera se unirán las multinacionales que utilizan a Brasil como plataforma de expansión internacional y en la región.
La mayor productividad del trabajo, los apetitos por materias primas de los países vecinos y el interés imperialista a intensificar la explotación de las ex colonias en esta época de crisis profunda del capitalismo, serán armas que producirán una devastación social aun más grande de la devastación medioambiental ocasionada por la construcción de carreteras. La crisis del Euro como moneda única del más grande proceso de integración internacional emprendido por el capitalismo, es decir la Unión Europea, debería ser motivo de reflexión y claro ejemplo al respecto.
¿No al capitalismo o al “modelo extractivo”?
Lo que escribimos hasta aquí no fue para buscar una coherencia o justificaciones al gobierno que, como vemos en estos días, puede tranquilamente encontrarlas por sí solo. Creemos que la experiencia de estos años deba servir en primer lugar al gobierno para rectificar sus posiciones, apoyándose en las movilizaciones para avanzar al socialismo antes de enfrentarlas para defender, en última instancia, intereses ajenos a los de las bases populares del proceso.
Las llamadas telefónicas entre algunos dirigentes indígenas y la embajada de EEUU no enlodan la marcha de centenares de indígenas que frente al nada futuro defienden el poco presente y este maravilloso parque. Ni sirven para definir al proyecto de la carretera como antiimperialista y la marcha como filoimperialista. EEUU es socio del BID y está interesado a la realización de la IIRSA y del corredor bioceanico sobre el cual pensaba tener un seguro control a partir de la presencia de la DEA en el Chapare. Esto debería hacer entender que el apoyo del imperialismo, incluso de sus resoluciones en defensa de los derechos indígenas, es interesado y contraproducente. Debería también hacer reflexionar a los que defienden una función progresista de los planes de la IIRSA: ¿Qué antiimperialismo hay en proyectos que suscitan tan positivo interés y la participación del imperialismo?
Todo esto debe ser argumento de debate entre la clase trabajadora, la militancia revolucionaria y la juventud que se solidariza activamente a los compañeros indígenas. En estos días escuchamos anatemas contra el “modelo extractivo”, pero Bolivia necesita energía y los peligros de racionamiento energético, que son efecto del saboteo de las multinacionales del gas, servirán como pretexto y leva mañana para avanzar en otros proyectos del IIRSA, cuando tal vez, como es posible, el tema del TIPNIS se solucione con un desvío de la carretera. Proyectos devastadores como la represa El Bala que afecta al Madidi, el megaproyecto Cachuela Esperanza en el Beni, el desvío del Rio Madera entre Brasil y Bolivia, la geotermia en la Laguna Colorada en Potosí etc.
La lección que sacamos de esto es que en el marco del capitalismo no existe para Bolivia un modelo de desarrollo alternativo al “extractivo”. Hasta ahora tanto desde el gobierno como desde los sectores críticos del proceso que reivindican coherencia al gobierno, se ha pensado que podemos ir afirmando “lo nuestro” – donde lo nuestro es las practicas comunitarias, la armonía con la naturaleza, la capacidad de dirección de los movimientos sociales etc. – para luego romper con el capitalismo. La experiencia más de cualquier palabra debería decirnos que en cambio romper las cadenas del capitalismo es condición previa imprescindible para todo aquello. Y si es esto lo que queremos por esto luchamos y así lo decimos.
Nos solidarizamos con cada medio necesario a los marchistas y defendemos el valor de los compañeros indígenas en cada circunstancia. Pero no somos indígenas del TIPNIS, nuestra solidaridad no es sentimental sino política, de militantes revolucionarios del proceso. Estamos con ellos contra la carretera y la IIRSA. Sin embargo consideramos que no serán la autodeterminación, el manejo autónomo de la plata de las REDD (que los países desarrollado dan a países como Bolivia para comprar el mantenimiento de forestas y el derecho a contaminar) ni la suspensión ahora, vigente todavía este sistema, de las perforaciones en el Chaco, lo que resolverán de una vez la “cuestión indígena”, como plantea la plataforma de 16 puntos de la CIDOB.
La autodeterminación no salvará el TIPNIS del cerco de madereros, cocaleros y multinacionales. El sistema de las REDD es solo una compensación que trae más contaminación al planeta y más corrupción en las comunidades. La suspensión de la actividad extractiva en el Chaco catapultaría contra los indígenas la rabia de un pueblo privado de bonos, trabajo, subvenciones y paliativos varios a la miseria. Estamos con los indígenas, convocándolos a estar con nosotros con su capacidad organizativa, valores y fuerza, en la lucha por la solución a los problemas de la humanidad, la lucha por la definitiva superación del capitalismo.


[1] Beneria-Surkin, J. 2002. Caracterización sintética y análisis integral del TIPNIS. SERNAP-GTZ/MAPZA. Trinidad, Bolivia.
[2] Vías para la integración, pág. 25, documento aprobado en la su mencionada reunión de Presidente de Sur América que consensuó el IIRSA, y disponible, en la página web oficial de IIRSA siguiendo este enlace:http://www.iirsa.org/BancoMedios/Documentos%20PDF/vias_para_la_integracion_2000.pdf

SI al TIPNIS y al socialismo. NO a la IIRSA y al imperialismo

Fuente: SI al TIPNIS y al socialismo. NO a la IIRSA y al imperialismo

La VIII Marcha Indígena en Defensa del TIPNIS está su segunda semana de camino de Trinidad hacia La Paz. La movilización de los indígenas del Territorio Indígena y Parque Natural Isiboro Sécure (TIPNIS) ya consiguió un resultado: causar desconcierto en la opinión pública nacional e internacional por una marcha indígena que reivindica la defensa de la Madre Tierra al gobierno indígena que proclama internacionalmente los derechos de la Madre Tierra.

Desde el propio Presidente y voceros del gobierno se ataca a los indígenas con acusaciones graves, como la de participar a una conspiración

La carretera de la discordia

La carretera de la discordia

internacional orquestada por la embajada de EEUU. No queremos ahora entrar en este aspecto porque nos interesa concentrarnos sobre la cuestión principal. La carretera San Ignacio de Moxos – Villa Tunari que, como se ve en la grafica, en su segundo tramo partiría en dos el más de un millón de hectáreas de biodiversidad del Territorio Indígena y Parque Natural Isiboro Sécure, es el eje de una estrategia global de desarrollo del gobierno y de la proyección internacional de Bolivia. En cuanto tal, no es asunto privado entre el gobierno y los indígenas del TIPNIS. Es tema de vital importancia para la clase trabajadora y toda la militancia revolucionaria.

TIPNIS: parque, petróleo, tierra y carreteras

La instauración, en 1990, del TIPNIS con el doble estatus de parque natural y territorio indígena, no ha acabado con las amenazas que lo ciernen. En 2010 (DS 676) parte del TIPNIS fue declarada “área de interés” para la exploración de hidrocarburos. Multinacionales como REPSOL YPF y PETROBRAS ya empezaron los correspondientes estudios técnicos preliminares a la perforación, según admisión del mismo presidente de YPFB Carlos Villegas.

Los “cuartoneros”, como se les llama a los comerciantes ilegales de la preciada madera del TIPNIS, ya han provocado la desaparición de decenas de hectáreas del bosque. Su actividad ilegal se concentra obviamente en las zonas más accesibles alrededor de los caminos y de una franja en proximidad del rio Isiboro. Dos empresas madereras (Fátima y Suto) ingresaron ilegalmente al TIPNIS abriendo caminos con maquinaria pesada en el límite norte del área protegida.

El artículo 5 del DS 22610 de 1990 dispuso “fijar una línea roja que evite nuevos asentamientos campesinos colonizadores en los Parques Nacionales, en especial en el Parque Nacional Isiboro-Sécure”. Sin embargo las penetraciones constantes de colonizadores, principalmente cocaleros de la zona del Chapare, ha hecho retroceder esta “línea roja” 7 veces desde 1999 hasta 2009. Los colonizadores, de acuerdo al Censo de 1993, eran poco menos de 10mil personas, un número que ha ido constantemente creciendo junto al hambre de tierra. Hasta hoy todas las fuentes oficiales, inclusive los dirigentes de la Federación del Trópico, admiten que hay cocaleros organizados que trabajan por encima de la “línea roja”.

La carretera: ¿desarrollo?

De acuerdo al mismo Censo de 1993, en el TIPNIS vivían 4.563 indígenas de etnia moxenos, yuracaré y chimanes, agrupados en unas 64 comunidades que se dedican principalmente a la agricultura, caza y pesca[1]. En base a la misma fuente, la tasa de analfabetismo en el TIPNIS es muy alta, del 60%, y las escuelas, presentes en cada comunidad, son en su mayoría hasta el tercero de primaria. Existen postas sanitarias solo en 5 comunidades o poco más.

Desde la marcha que llevó a la instauración del TIPNIS, la unidad de los indígenas que lo habitan ha sido perjudicada por los mismos peligros que sufre el parque. La Subcentral TIPNIS que formalmente representa a las 64 comunidades se escindió en el trascurso de las últimas dos décadas dando lugar a otras dos organizaciones, la CONISUR y la Subcentral Sécure. Las escisiones tuvieron lugar principalmente por las diferentes actitudes frente a las incursiones en el TIPNIS.

La Subcentral Sécure por ejemplo avaló la penetración en el parque de la empresa maderera Fátima. Esta organización fue creada por iniciativa de Marcial Fabricano, dirigente indígena vinculado al contrabando de madera y por esto expulsado del TIPNIS, que fue también viceministro de Asunto Campesinos de Goni. Comunidades en el sur del parque se fusionaron a los colonos, renunciando a su titularidad sobre la Tierra Comunitaria de Origen a cambio de un cato de coca. Es por esto también que las 18 comunidades agrupadas en CONISUR no participan formalmente a la marcha, por el contrario declararon su apoyo a la construcción de la carretera.

En base a estos antecedentes la preocupación de los indígenas que rechazan la construcción de la Villa Tunari – San Ignacio de Moxos es totalmente justificada. Organizaciones ambientalistas calculan que en pocos años la realización de la carretera haría desaparecer el 40% del parque. La carretera traerá más madereros, mas avasallamientos y mas multinacionales de hidrocarburos. Los supuestos beneficios al turismo (¿qué turismo hay sin parque?) o al pequeño ganadero beniano que tendría nuevas rutas para eludir el monopolio de la oligarquía cruceña, son poco creíbles, porque no son estos los verdaderos objetivos de la construcción de la carretera.

La Iniciativa IIRSA

La carretera San Ignacio de Moxos – Villa Tunari debería unir a los departamentos de Beni y Cochabamba representando un tramo de un más

Este mapa, anexo a los documentos firmados en 2000, muestra claramente que el proyecto de la carretera es parte desde un principio del IIRSA

Este mapa, anexo a los documentos firmados en 2000, muestra claramente que el proyecto de la carretera es parte desde un principio del IIRSA

amplio “corredor bioceanico” para aproximar las costas brasileras del Atlántico al Pacifico peruano y chileno. Es uno de los proyectos de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana, mejor conocida como la IIRSA. La IIRSA fue concebida por el último gobierno derechista de Brasil, del Presidente Cardoso, con la participación de organismos financieros internacionales como el BID, la CAF, FONPLATA y últimamente el Banco Europeo de Inversiones. La IIRSA fue finalmente consensuada en una reunión de presidentes de Sur América en Agosto de 2000 en la cual Bolivia fue representada por Banzer.

Como se ve claramente en la grafica[2] ya la reunión entre presidentes celebrada en Brasilia en agosto de 2000 proyectaba la construcción de una carretera entre Villa Tunari y San Ignacio de Moxos, atravesando el TIPNIS. No podemos evitar a este punto unas preguntas polémicas: a) ¿con que cara la derecha pretende ahora aferrarse a la bandera del TIPNIS? Y b) ¿en base a cual criterio marchar hoy contra esta carretera es “de derecha” y defender su proyecto, que fue aprobado por la derecha, es ahora “de izquierda”?

La IIRSA, presentada como plan para la integración de pueblos, es en realidad un plan para integrar mercados. Por esto se pretende vertebrar el subcontinente suramericano con una serie de infraestructuras viales y energéticas, financiadas con recursos propios de los países o con préstamos de los organismos financieros internacionales. En nuestro caso la carretera San Ignacio de Moxos – Villa Tunari es financiada principalmente por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES) con que Bolivia se endeuda por 15 años por un monto 332 millones de dólares (más intereses) de los 400 y pico millones de dólares que costaría la obra.

El MAS y la IIRSA

De los 10 ejes principales de la IIRSA 6 atraviesan Bolivia, por su posición geográfica en el corazón de América. Se calcula que por la ejecución de todas las fichas de la IIRSA, Bolivia tendrá que asumir inversiones por un monto de 5mil millones de dólares, más los 10mil millones de dólares que es el presupuesto mínimo necesario para el proyecto de la Ferrovía Interoceánica, todavía en estudio. Los planes de la IIRSA avanzaron sin ninguna oposición durante el mandato de Goni con el apoyo de la mega coalición de partidos que sostenían su gobierno. Tras su posesión en 2006 en cambio así se expresaba Evo Morales en una cumbre de países suramericanos

debemos revisar el IIRSA para tomar en cuenta las preocupaciones de la gente que quiere ver carreteras en el marco de polos de desarrollo y no autopistas por las que pasan contenedores para la exportación en medio de corredores de miseria y un incremento del endeudamiento externo”.

Estaba totalmente en lo acertado el Presidente en 2006, entonces ¿Por qué se ha cambiado idea? ¿Qué es lo que hace de estas carreteras ahora “polos de desarrollo”? No podemos llegar a una respuesta sin tomar en cuenta la experiencia de estos años, a partir de las presiones de Brasil para mitigar los efectos de la nacionalización que llevaron a la renuncia de Soliz Rada. Años de reformas sociales que pero el pueblo boliviano ha tenido que pagar al caro precio de la inflación, el desabastecimiento, la escasez de productos y la escasez productiva, la corrupción, el estancamiento y en algunos casos el decaimiento de la producción agrícola particularmente en los alimentos de la dieta básica boliviana, la especulación de todo tipo, el contrabando y finalmente el surgimiento de nuevas capas de ricos que se visten de whipala y socialismo cuando hay que pelear una pega o en las elecciones.

La carretera de la coyuntura

La reconducción comunitaria de la revolución agraria ha saneado 27 millones de hectáreas – de los cuales 17 millones de Ha fiscales – titulándose 21 millones de hectáreas a Tierras Comunitarias de Origen. Esto ha afectado a la producción agrícola, como se ve en grafica, por la inseguridad en el sector agropecuario que obtiene grandes rendimientos solo a mayores superficies cultivadas con sistemas erosivos como el chaqueo. De allí la capitulación a la propiedad privada de la tierra que es el antesala de la reconstitución del latifundio.

Variaciones en los volumenes de producción agricola al 2010 (Fuente INE, realización gráfica El Deber)

Variaciones en los volumenes de producción agricola al 2010 (Fuente INE, realización gráfica El Deber)

La subvención al carburante, que funciona como control indirecto de los precios, desincentiva la inversión de las multinacionales generando escasez. De allí el gasolinazo. La reglamentación de precios induce a la realización de ganancias con otros medios, de allí el contrabando y las tendencias a la liberalización. Miles de ejemplos podrían hacerse todavía para sacar la misma conclusión: hay solo una cosa peor del capitalismo y es un capitalismo que no funciona. Esto es lo que tenemos ahora.

Un Estado no se caracteriza por la nación en que apoya o por la forma o el tipo de gobierno que lo rige, sino por sus relaciones productivas (de clase) prevalentes. El Estado debe garantizar abastecimiento alimentario, carburante, mercados etc., y si los principales actores económicos siguen siendo multinacionales, latifundio, industriales y bancos privados pues a ellos se tendrá que hacer concesiones, garantizándole su derecho a la ganancia.

La proyección internacional de Bolivia

Conociendo el discurso ideológico de las corrientes mayoritarias en el gobierno y el MAS es licito suponer que el espejismo de la integración de Bolivia con los mercados regionales y la posibilidad de negociar – como se hizo con Brasil – preferencias arancelarias para la exportación de productos bolivianos, todo esto haya representado un argumento fuerte para intentar atribuir a los proyectos de la IIRSA una función antiimperialista y de palanca para el desarrollo nacional. La IIRSA permitiría a Bolivia superar su enclaustramiento y vincularse al mercado mundial vinculándose un macro mercado regional en expansión, garantizado por la presencia de gobiernos de izquierda. Se trata de una ilusión peligrosísima.

Sobre base capitalista los planes de la IIRSA servirán solo a someter aun más las economías más débiles a las más fuertes. La abertura de estas vías de comercio y capitales hará sucumbir las economías menos desarrolladas como la boliviana, sin impulsar mínimamente su desarrollo. Carreteras como la que afecta al TIPNIS atraerán soyeros y madereros de Brasil. Ya ahora hay más de un millón de hectáreas de tierra boliviana tituladas legalmente a empresarios de Brasil, que es el principal comprador de nuestra madera. A estos sectores de la burguesía brasilera se unirán las multinacionales que utilizan a Brasil como plataforma de expansión internacional y en la región.

La mayor productividad del trabajo, los apetitos por materias primas de los países vecinos y el interés imperialista a intensificar la explotación de las ex colonias en esta época de crisis profunda del capitalismo, serán armas que producirán una devastación social aun más grande de la devastación medioambiental ocasionada por la construcción de carreteras. La crisis del Euro como moneda única del más grande proceso de integración internacional emprendido por el capitalismo, es decir la Unión Europea, debería ser motivo de reflexión y claro ejemplo al respecto.

¿No al capitalismo o al “modelo extractivo”?

Lo que escribimos hasta aquí no fue para buscar una coherencia o justificaciones al gobierno que, como vemos en estos días, puede tranquilamente encontrarlas por sí solo. Creemos que la experiencia de estos años deba servir en primer lugar al gobierno para rectificar sus posiciones, apoyándose en las movilizaciones para avanzar al socialismo antes de enfrentarlas para defender, en última instancia, intereses ajenos a los de las bases populares del proceso.

Las llamadas telefónicas entre algunos dirigentes indígenas y la embajada de EEUU no enlodan la marcha de centenares de indígenas que frente al nada futuro defienden el poco presente y este maravilloso parque. Ni sirven para definir al proyecto de la carretera como antiimperialista y la marcha como filoimperialista. EEUU es socio del BID y está interesado a la realización de la IIRSA y del corredor bioceanico sobre el cual pensaba tener un seguro control a partir de la presencia de la DEA en el Chapare. Esto debería hacer entender que el apoyo del imperialismo, incluso de sus resoluciones en defensa de los derechos indígenas, es interesado y contraproducente. Debería también hacer reflexionar a los que defienden una función progresista de los planes de la IIRSA: ¿Qué antiimperialismo hay en proyectos que suscitan tan positivo interés y la participación del imperialismo?

Todo esto debe ser argumento de debate entre la clase trabajadora, la militancia revolucionaria y la juventud que se solidariza activamente a los compañeros indígenas. En estos días escuchamos anatemas contra el “modelo extractivo”, pero Bolivia necesita energía y los peligros de racionamiento energético, que son efecto del saboteo de las multinacionales del gas, servirán como pretexto y leva mañana para avanzar en otros proyectos del IIRSA, cuando tal vez, como es posible, el tema del TIPNIS se solucione con un desvío de la carretera. Proyectos devastadores como la represa El Bala que afecta al Madidi, el megaproyecto Cachuela Esperanza en el Beni, el desvío del Rio Madera entre Brasil y Bolivia, la geotermia en la Laguna Colorada en Potosí etc.

La lección que sacamos de esto es que en el marco del capitalismo no existe para Bolivia un modelo de desarrollo alternativo al “extractivo”. Hasta ahora tanto desde el gobierno como desde los sectores críticos del proceso que reivindican coherencia al gobierno, se ha pensado que podemos ir afirmando “lo nuestro” – donde lo nuestro es las practicas comunitarias, la armonía con la naturaleza, la capacidad de dirección de los movimientos sociales etc. – para luego romper con el capitalismo. La experiencia más de cualquier palabra debería decirnos que en cambio romper las cadenas del capitalismo es condición previa imprescindible para todo aquello. Y si es esto lo que queremos por esto luchamos y así lo decimos.

Nos solidarizamos con cada medio necesario a los marchistas y defendemos el valor de los compañeros indígenas en cada circunstancia. Pero no somos indígenas del TIPNIS, nuestra solidaridad no es sentimental sino política, de militantes revolucionarios del proceso. Estamos con ellos contra la carretera y la IIRSA. Sin embargo consideramos que no serán la autodeterminación, el manejo autónomo de la plata de las REDD (que los países desarrollado dan a países como Bolivia para comprar el mantenimiento de forestas y el derecho a contaminar) ni la suspensión ahora, vigente todavía este sistema, de las perforaciones en el Chaco, lo que resolverán de una vez la “cuestión indígena”, como plantea la plataforma de 16 puntos de la CIDOB.

La autodeterminación no salvará el TIPNIS del cerco de madereros, cocaleros y multinacionales. El sistema de las REDD es solo una compensación que trae más contaminación al planeta y más corrupción en las comunidades. La suspensión de la actividad extractiva en el Chaco catapultaría contra los indígenas la rabia de un pueblo privado de bonos, trabajo, subvenciones y paliativos varios a la miseria. Estamos con los indígenas, convocándolos a estar con nosotros con su capacidad organizativa, valores y fuerza, en la lucha por la solución a los problemas de la humanidad, la lucha por la definitiva superación del capitalismo.



[1] Beneria-Surkin, J. 2002. Caracterización sintética y análisis integral del TIPNIS. SERNAP-GTZ/MAPZA. Trinidad, Bolivia.

[2] Vías para la integración, pág. 25, documento aprobado en la su mencionada reunión de Presidente de Sur América que consensuó el IIRSA, y disponible, en la página web oficial de IIRSA siguiendo este enlace:http://www.iirsa.org/BancoMedios/Documentos%20PDF/vias_para_la_integracion_2000.pdf

La carretera por el TIPNIS es un proyecto de hace 11 años

Fuente: La carretera por el TIPNIS es un proyecto de hace 11 años

La historia de la carretera tiene que ver con el proyecto de Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA) que tiene su origen en la primera Cumbre de Presidentes de América del Sur celebrada entre el 30 de agosto y el 1ro de septiembre de 2000 en Brasilia por invitación del entonces presidente Henrique Cardoso, afirma el ex ministro de Planificación Estratégica y ex constituyente del MAS, Raúl Prada.

Recuerda que entonces, los jefes de Estado observaron que el impulso de la integración transfronteriza se vigoriza por ser una consecuencia de la proximidad geográfica, de la identidad cultural y de la consolidación de valores comunes. El IIRSA contempla los corredores transoceánicos que vincularían el Atlántico con el Pacífico, posibilitando el transporte de mercaderías entre ambos océanos.

Señala que si bien la justificación del proyecto IIRSA habla de integración entre los países involucrados, desde el comienzo se han hecho sentir voces que acusan al proyecto como parte de la estrategia de dominación de los Estados Unidos de América, también se han hecho escuchar críticas que califican al proyecto como parte de la expansión de la potencia emergente de Brasil.

La carretera que cruza el TIPNIS forma parte de los corredores transoceánicos y por lo tanto también del proyecto IIRSA, afirma Raúl Prada.

Agrega que, sin embargo, el gobierno de Evo Morales llegó a un acuerdo con el gobierno del entonces presidente Luiz Inácio “Lula” da Silva para la construcción de la carretera, comprometiéndose un préstamo por parte del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil.

Se entiende que por lo complicado de la situación al afectar el área protegida, el parque y el territorio indígena, se decidió hacer tres tramos para facilitar la aprobación de la ficha ambiental. El tramo I y el tramo III se aprueban rápidamente, tramos que no atraviesan el Parque, quedando pendiente el tramo II que atraviesa el Parque.

“Esta maniobra es notoria pues adelanta partes de un trazo comprometido, condicionando la aprobación del tramo II”.


La polémica carretera tiene una longitud de 306 kilómetros y se prevé que será construida en tres años por la empresa brasileña OAS. La construcción de esa vía y otras obras complementarias demandarán una inversión de 442 millones de dólares, de los que 332 provienen de un crédito blando otorgado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil.

Territorios indígenas bajo protección

El Territorio Indígena y Parque Natural Isiboro Sécure (TIPNIS), es un Territorio Indígena Originario Campesino, (TIOC), reconocido como tal y protegido por la Constitución Política del Estado que le otorga una serie de facultades. Forma parte de un total de otros 189 territorios titulados en el país, con un total de 20.7 millones de hectáreas.

El informe sobre Territorios Indígena Originario Campesinos de Bolivia realizado por la Fundación Tierra, señala que un TIOC, es el derecho a la tierra, al uso y aprovechamiento exclusivo de los recursos naturales renovables en las condiciones determinadas por la ley, a la consulta previa e informada y a la participación en los beneficios por la explotación de los recursos naturales no renovables que se encuentran en su territorio.

Agrega que estos territorios, tienen la facultad de aplicar sus normas propias, administrados por sus estructuras de representación y a la definición de su desarrollo de acuerdo a sus criterios culturales y principios de convivencia armónica con la naturaleza.

Agrega que el Territorio Indígena Originario Campesino comprende áreas de producción, áreas de aprovechamiento y conservación de los recursos naturales y espacios de reproducción social, espiritual y cultural, según el artículo 403 de la Constitución.

El conflicto tiene que ver con la expansión de cocales

El conflicto creado por la construcción de una carretera que atraviese el Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), tiene que ver con la ampliación de la frontera agrícola, y está directamente conectada con la expansión de los cultivos de coca.

Esa afirmación corresponde al ex viceministro de Planificación Estratégica y ex constituyente del MAS, Raúl Prada Alcoreza, quien recuerda, que “ya se dio antes un avasallamiento del territorio indígena por parte de productores de coca, ocasionando invasión y deforestación, expansión que ya era conocida el año 2004”.

Señala que la contención, ante ese avance, se estableció mediante una línea roja dibujada el 2009 que prohibió toda nueva expansión.

“Sin embargo, ante la construcción de la carretera se esperan nuevos avasallamientos, deforestaciones, expansiones de la frontera agrícola y del cultivo de coca”, señala.

Otra explicación manejada en el debate, dice Prada, es un respaldo indirecto al proyecto desarrollista-extractivista de la burguesía brasileña, en el momento de la urgencia energética de Brasil como potencia regional, que tendría relación con planes de Petrobras en la explotación hidrocarburífera y la presencia de empresas brasileñas constructoras de caminos y de infraestructura, incluido el proyecto San Buenaventura.

Prada va más allá en su hipótesis de trabajo sobre el conflicto en el TIPNIS y menciona posibles alianzas gubernamentales con banqueros, empresa privada y agroindustriales soyeros de Santa Cruz.

“También se ha ventilado la hipótesis de la posible existencia de reservas hidrocarburíferas en el TIPNIS. Es el propio Ministro de Hidrocarburos y Energía el que ha manifestado esta posibilidad. Situación que pone aún en un más grave peligro al TIPNIS”, agrega.

Gadafi y el Tipnis: transformismos discursivos

Fuente: Gadafi y el Tipnis: transformismos discursivos


Es interesante observar cómo ciertos políticos van cambiando de discurso a gusto, antojo y conveniencia, pasando como acróbatas de una posición a otra sin que parezca que un solo pelo se les moviera.
Muamar El Gadafi fue un gobernante vitalicio por más de 40 años, típico dictador que dispuso de la vida de los ciudadanos y los recursos de un país a sus anchas, construyendo monumentos inútiles para resaltar su propio poder, y empachándose de privilegios para sí y para sus familiares y allegados mientras su sociedad miraba estupefacta sus sinrazones e irracionalidades.
En su última etapa, decidió que quienes se revelasen contra el dios gobernante eran unas ratas traidoras que debían ser borradas del mapa a plan de bombardeos.
La OTAN, en una medida acertada creo yo, decidió no intervenir directamente en el conflicto libio pero tampoco mirar de palco lo que a todas luces era una masacre. No mandar tropas, pero apoyar a los rebeldes libios en su lucha por la libertad, esa fue la decisión.
Ahora, Gadafi apela al discurso fácil y, para nosotros, familiar, del tercermundismo, acusando a los rebeldes de ser “pagados por los colonizadores” (imperialismo en otras modalidades de tercermundismo). “Convoco a las tribus de Sebha, Beni Oualid, Feran, Yufra y Anwaset, a que cada una tome una zona para ayudar a purgar la capital, debéis tomar Trípoli y peinarlo para eliminar a las ratas”, ha dicho el tirano libio, llamando a sus simpatizantes a defender ¿qué cosa?, ¿la soberanía del pueblo libio?, ¿la dignidad de los ciudadanos? No, a defenderle a él y a su ilimitado poder, a defender sus incontables privilegios, su ego y su insensatez.
Algo similar encontramos en Bolivia con el actual conflicto del Tipnis. Esos mismos indígenas que en algún tiempo fueron la bandera y justificativo para que Evo Morales adquiera poder e infringiera principios básicos de la vida en sociedad y el derecho, hoy, apelando a la misma bajeza que Gadafi en Libia, se han convertido en cachorros del imperialismo.
Quiero recordarle al lector que de acuerdo al derecho internacional, consular y diplomático, los representantes de países asentados en determinado Estado, tienen la libertad y el derecho de conversar con cualquier ciudadano, sea éste dirigente o no, y de obtener toda la información que les interese, siempre y cuando para ello se utilicen medios lícitos. Por lo que la Embajada de EEUU, como cualquier otra, no necesita permisos especiales ni está prohibida de hablar con los dirigentes de la marcha por el Tipnis, ni con cualquier otro boliviano.
Pero esa es la ventaja del discurso tercermundista y de gobernar una sociedad que se lo cree, su versatilidad y gran potencial para ser usado contra cualquiera que se ponga en frente. Como el imperialismo conspira subrepticiamente contra todos los que se han declarado dignos y se han apropiado de la ideología tercermundista, entonces, basta con acusar al que se opone, critica u observa, de estar ligado a él, para obtener una descalificación automática contra los rebeldes, y una masa de insensatos creyentes aglutinados en torno al poder que lucha por preservarse a sí mismo.
Para colmo, ahora también se intenta descalificar a la marcha acusando de traficantes de tierras a los indígenas… Tamaña estupidez, cuando los indígenas nunca han sido propietarios de nada. Y ese es el problema, que al no ser propietarios de su tierra, cualquiera puede llegar y utilizarla como le dé la gana, ya sea para plantar coca o para construir una carretera.

El autor es analista político. | www.lizandrocolmos.com

Tipnis: MSM pide al gobierno difundir el contrato carretero con OAS

Fuente: Tipnis: MSM pide al gobierno difundir el contrato carretero con OAS

La diputada Marcela Revollo (MSM) pidió este miércoles al ministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, Walter Delgadillo, presentar y difundir el contrato que firmó con la empresa brasileña OAS, encargada de la construcción de la carretera Villa Tunari - San Ignacio de Moxos.

"Hemos presentado una petición de informe oral al ministro Walter Delgadillo para que a través de la comisión de Planificación de la Cámara de Diputados le explique al país presentando el original o una fotocopia legalizada del contrato con OAS, del contenido, del presupuesto y de los trazos", comunicó.

La legisladora dijo que hasta la fecha, y después de los conflictos entre dirigentes del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) y el gobierno, no se ha dado a conocer cuáles son las cláusulas y demás características del contrato que se hizo con la empresa OAS.

"No pueden distraer y encubrir el tema de fondo, el país necesita conocer los contenidos de este contrato, así como las características que han justificado el presupuesto que el gobierno ha aprobado", señaló la legisladora.

De acuerdo a un informe del Viceministerio de Inversión Pública y de Financiamiento Externo (VIPFE), dependiente del Ministerio de Planificación del Desarrollo, el costo de esta carretera por kilómetro es de 1,3 millones de dólares. El costo total es de 415 mil millones de dólares.

Indígenas se reúnen con ministros enviados

Fuente: Indígenas se reúnen con ministros enviados


Los indígenas que marchan en defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) aceptaron ayer hablar con la comisión presidida por dos ministros que llegó a San Borja, en un primer acercamiento para establecer las bases del diálogo que aún no fue iniciado.
Durante el encuentro, los dirigentes manifestaron su molestia por los ataques del Gobierno y rechazaron las últimas denuncias efectuadas ayer por el exministro Juan Ramón Quintana, de acuerdo con un reporte del diario El Deber.
El director de la Agencia para el Desarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas (Ademaf) acusó a los indígenas de recibir financiamiento de Estados Unidos a través de su agencia de cooperación Usaid-Bolivia.
Los representantes de los pueblos indígenas, que ayer decidieron quedarse en la población de Puerto San Borja y no reanudar aún la caminata, acordaron un cuarto intermedio hasta hoy para seguir discutiendo sobre la instalación de la mesa de diálogo, aunque la condición seguiría siendo que el presidente Evo Morales y otros ministros “bajen” a la marcha.
A pesar de las acusaciones que el Gobierno ha hecho los últimos días, los marchistas enviaron el martes una carta dirigida al Jefe de Estado y a sus ministros de Medio Ambiente y Aguas, Obras Públicas, Hidrocarburos y Energía, Desarrollo Rural y Agrícola, Educación y Salud, luego de una asamblea.
El Gobierno decidió ayer enviar al ministro Delgadillo, a la ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales, y a los viceministros de Desarrollo Rural, Víctor Hugo Vásquez, y Medio Ambiente, Cinthya Silva.
Delgadillo informó anoche que acordaron con los dirigentes diseñar una metodología para atender las 16 demandas indígenas.
“Es una primera reunión y mañana (hoy) vamos a comenzar a discutir la metodología de la negociación. Yo calculo que va a haber la interpretación de las propuestas y que es todavía precipitado entrar en temática. Pero es el ritmo de negociación que han dado los propios compañeros marchistas que será, probablemente al más alto nivel”, agregó en contacto telefónico con ANF.
Más temprano, el vocero de la marcha, Adolfo Moye, informó a Los Tiempos que el diálogo sigue condicionado por la presencia en Beni del Presidente.
“Todo diálogo que se lleve adelante es a la cabeza del presidente Evo Morales. Se hizo un análisis ya y se definió que todo diálogo debe ser con el Presidente”, explicó.
Moye, que pertenece a la Subcentral del Tipnis, rechazó las acusaciones del Gobierno indicando que, al menos en su territorio, no hay indígenas traficantes de madera ni que hayan recibido el apoyo de Usaid.

Diálogo
Los llamados a iniciar el diálogo para resolver el conflicto por el Tipnis continuaron ayer. El Defensor del Pueblo, Rolando Villena, pidió “voluntad política” para que el Gobierno y los indígenas se reúnan.
Villena además hizo un llamado para que terminen las acusaciones del Ejecutivo y agregó que esta situación desgasta “mucho más la imagen del Gobierno”. “Creo que tiene que evaluar el Gobierno. Me parece muy importante que haya una señal de voluntad política que es lo más importante. Ojalá esas señales contundentes empiecen a manifestarse tanto en el Gobierno como en los marchistas”, indicó.
En tanto, la diputada Marcela Revollo (MSM) pidió ayer al ministro de Obras Públicas, Walter Delgadillo, presentar y difundir el contrato que firmó con la empresa brasileña OAS, encargada de la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos.
“Hemos presentado una petición de informe oral al ministro Walter Delgadillo para que a través de la comisión de Planificación de la Cámara de Diputados le explique al país presentando el original o una fotocopia legalizada del contrato con OAS, del contenido, del presupuesto y de los trazos”, dijo.
La marcha
• Los indígenas, que ayer expresaron su molestia con las nuevas acusaciones del Gobierno, permanecen en Puerto San Borja, a 100 Km de su próxima meta: San Borja.
Quintana acusa a Usaid
El director de la Agencia para el Desarrollo de las Macroregiones y Zonas Fronterizas (Ademaf), Juan Ramón Quintana, reapareció ayer para acusar a la agencia de cooperación de Estados Unidos, Usaid, de estar detrás de la marcha indígena, supuestamente para desestabilizar al Gobierno de Evo Morales.

El funcionario indicó que la expulsión de Usaid sería una decisión política que “debiera ser no sólo un acto de soberanía del Estado sino una defensa intransigente de este proceso de cambio”.

Quintana dijo que Usaid forma a los líderes indígenas y financia sus proyectos para que respalden políticas medioambientales de Estados Unidos que buscarían la creación de reservas indígenas en la Amazonia y la explotación de sus recursos naturales.
Estos vínculos son, a juicio de Quintana, la razón por la que los indígenas realizan la marcha.

El vocero de la movilización indígena, Adolfo Moye, negó las acusaciones y dijo que, al contrario, la marcha de defensa del Tipnis busca evitar que traficantes, cocaleros y otros avasalladores ingresen a su territorio para saquear sus recursos.
DENUNCIA
Activistas enviaron una denuncia escrita contra el Gobierno al representante en Bolivia del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Denis Racicot, por, supuestamente, cometer ilegalidades en el proyecto de la carretera Villa Tunari –San Ignacio de Moxos y atentar contra los derechos de los pueblos indígenas.

Los denunciantes acusan al Ejecutivo de decidir la construcción de la ruta sin seguir procedimientos técnicos, administrativos y legales, sin estudio de impacto ambiental previo, sin aplicar el derecho a la consulta a tres territorios indígenas que serán afectados por el camino y transgredir la Constitución Política del Estado (CPE).

Los activistas solicitaron al Alto Comisionado ordenar al Gobierno de Evo Morales la suspensión de las obras de la ruta hasta resolver las denuncias.
CAMPAÑAS
Activistas y organizaciones impulsan en Bolivia y el extranjero campañas en defensa del Tipnis. Es el caso de la ONG alemana Salva la Selva (Rettet den Regenwald) que entregó en Berlín (Alemania) al embajador boliviano en ese país, Alfredo Candia Torrico, más de 20 mil firmas de protesta contra la carretera por el Tipnis.

En Cochabamba, los defensores del parque nacional y territorio indígena tomaron nuevamente la plaza principal con pancartas y música. Discutieron con algunas personas afines al Gobierno.

También en las redes sociales hay movimiento.
CONFLICTO
La Paz | Anf
La fundación UNIR calificó al conflicto por el Tipnis de alta complejidad por los intereses limítrofes, de desarrollo y aprovechamiento de recursos naturales en esa región. De acuerdo con el análisis de UNIR, una de las causas del conflicto es “la resolución del antiguo diferendo limítrofe entre los departamentos de Cochabamba y Beni en la zona del Tipnis.
A éste se suma la búsqueda de expansión de la frontera agrícola dentro del área para el cultivo de coca por los colonizadores del Chapare”.
LLAMADAS
La Paz | Abi
El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, insistió ayer en que el registro de llamadas telefónicas entre dirigentes indígenas y un funcionario de la Embajada de EEUU “no es sinónimo de intervenir conversaciones para investigar y velar por la seguridad del Estado”.

“A pesar de que se explicó la legalidad con la que se actuó para requerir el registro de llamadas sospechosas e ilícitas de varios dirigentes indígenas con funcionarios de la Embajada estadounidense, algunas medios de comunicación insisten en que hubo pinchazos”, indicó.