27 de septiembre de 2011
Considerando:
Que
el 25 de septiembre será recordado como el día de la vergüenza en la
Bolivia Plurinacional, porque es la primera vez en la historia que una
marcha indígena ha sido intervenida y violentamente reprimida.
Que
la represión criminal, premeditada y planificada desde el Gobierno
nacional, realizada a la VIII Marcha Indígena no tiene razón de ser ni
justificación posible, pues se realizó sin justificación ni argumento
para desatar semejante atropello.
Que
nuestro sentimiento es de indignación, por tanto abuso y violencia
contra nosotros y nosotras; y de congoja también por la situación en que
nos encontramos, con heridos, desaparecidos y desarraigados de nuestras
familias y humillados por el trato recibido, discriminatorio y
altamente racista.
Que
agradecemos el levantamiento del pueblo de San Borja, impidiendo que
avancen las flotas y camionetas en que llevaban a nuestros hermanos
secuestrados hacia rumbo desconocido, así como la triunfal liberación
que el pueblo de Rurrenabaque nos regaló, junto a los vecinos de San
Buenaventura y Tumupaza, así como hermanos Mosetenes, Tacanas y
Thsimanes, quienes en una acción audaz tomaron el aeropuerto para
impedir nuestro forzado traslado hacia destinos desconocidos, en aviones
fletados por la Fuerza Aérea Boliviana. A esos valientes hermanos y
hermanas nuestro eterno agradecimiento.
Que
consideramos que algunos ministros de Estado, con argumentaciones
totalmente inconsistentes, han salido descaradamente a justificar la
represión policial como un acto de preservación del orden público, o
quisieron descargarse de la responsabilidad de las decisiones tomadas
por las autoridades de alto mando.
Que
la represión que sufrimos refleja también la impotencia del Gobierno
ante el fracaso de la gestión de un conflicto en el que privilegió la
descalificación calumniosa a la dirigencia, la persecución a las ONG que
nos apoyan, el pago a compañeros para que se salgan de la marcha, las
propuestas de diálogo falso, la consulta pública ilegal e
inconstitucional en el TIPNIS (realizada de forma extemporánea y sin la
dirigencia que se encuentra en la marcha), así como la descalificación
permanente a nuestra marcha, a la forma de organizarnos y hacer nuestros
planteamientos en nuestra plataforma de 16 puntos; sumado a esto el
bloqueo Yucumo, montado, manipulado, sostenido, resguardado y defendido
en todo momento por el Gobierno y la Policía, que tenía el objetivo de
frenarnos indefinidamente hasta dividirnos y debilitarnos.
Que
un pretendido referéndum entre dos departamentos implicaría una acción
que usurparía la decisión de los hermanos indígenas del TIPNIS -quienes
en su momento debieron ser consultados- entregándola a la población que
no habita ni es titular de los derechos de consulta y territorialidad
indígena, es inaceptable por ser ilegal e inconstitucional también.
Que
ante estos fracasos de las autoridades nacionales, no les quedo otra
salida que masacrarnos para desconocer nuestras demandas y
reivindicaciones históricas y hacernos desaparecer; pese a eso, los
hechos muestran que el pueblo todo está de nuestro lado.
Que
después de la brutal arremetida nos encontramos ante una situación
desesperada, con padres y madres detenidas y golpeadas que aún buscan a
sus hijos; y con otros hermanos que se refugiaron en el monte y fueron
atemorizados por la sistemática persecución policial.
Que
agradecemos la reacción de toda la ciudadanía boliviana movilizada en
todo el país, en repudio a la represión que sufrimos, lo cual nos da
aliento para continuar con nuestra demanda. Esperamos que todos los
bolivianos y bolivianas que creen en nuestra lucha se sumen y nos
acompañen a nosotros, como la Central Obrera Boliviana (COB), que se ha
solidarizado y se ha articulado a nuestra movilización social en todos
los departamentos, con maestros, universitarios, colectivos
ambientalistas y feministas, vecinos y trabajadores en general, quienes
reivindican el respeto al territorio emblemático, los derechos de los
pueblos indígenas de Oriente, Chaco y Amazonía, el medio ambiente y el
Vivir Bien, tal como lo hemos planteamos en el proceso constituyente.
Que
esperamos que la comisión del Ministerio Público actúe de forma
independiente e imparcial para investigar los hechos, y luego se
establezcan sanciones legales de acuerdo a la responsabilidad y grado de
participación de quienes instruyeron, organizaron y operativizaron la
represión.
Que
el anuncio del Presidente sobre la paralización de la construcción del
proyecto carretero Villa Tunari-San Ignacio de Moxos es absolutamente
insatisfactorio, pues no sabemos si se trata de todo el proyecto o de
las fases 1 y 3, que ya se encuentran en construcción; y además no
garantiza que esa carretera no atravesará el TIPNIS, como es nuestra
justa e indeclinable demanda.
Que
la decisión tomada por el Presidente y su Gobierno sobre la carretera
Villa Tunari-San Ignacio de Moxos se ha hecho sin contar con la voluntad
de los pueblos indígenas del TIPNIS, y a sabiendas de la oposición
existente en el territorio, hecho que ya es violatorio a las leyes
vigentes y a la Constitución Política del Estado (CPE).
Por tanto,
RESOLVEMOS:
Primero.
Las naciones y pueblos indígenas originarios y las organizaciones
matrices correspondientes, particularmente la subcentral del TIPNIS,
agradecen al pueblo boliviano movilizado en apoyo de la marcha en
defensa del TIPNIS, en repudio a la descomunal violencia desencadenada
contra el campamento de la marcha, donde sin molestar a nadie nos
disponíamos a alimentarnos. Nos conmueve la solidaridad de miles de
bolivianos y bolivianas, de hombres y mujeres que se movilizan, que
hacen vigilia, que hacen huelga de hambre, que se pronuncian en apoyo a
nuestra demanda.
Segundo.
Repudiamos la violenta intervención perpetrada contra los marchistas y
la marcha indígena en defensa del TIPNIS y de otras reivindicaciones
manifestadas en nuestra plataforma, violencia que –queremos destacar- no
ha sido un hecho aislado, sino que ha venido a sumarse a la violencia
ya desplegada previamente por la Policía para desbloquear y disolver las
manifestaciones locales de nuestros hermanos indígenas en todo el país,
y que ha contrastado con la protección brindada por la Policía a los
bloqueos de los colonizadores en Yucumo.
Tercero.
Exigimos la inmediata atención de los heridos, la devolución de
nuestras cosas robadas por la Policía en la intervención, destruidas
salvajemente y con saña.
Cuarto.
Denunciamos a todo el país que esta actuación de la Policía, tanto en
la intervención de la marcha, como en la disolución de todas las
manifestaciones indígenas de apoyo a la marcha, acaecidas en distintos
puntos del país, ha violado nuestros derechos consagrados en la
Constitución; por lo cual pedimos una investigación formal que dé con
los autores materiales e intelectuales, y que esta investigación no sea
dirigida por la ministra de Transparencia, Nardy Suxo; así como el
juicio y castigo a los responsables de la represión brutal contra la
VIII Marcha Indígena.
Quinto. Informamos a la opinión pública nuestro total rechazo a la propuesta gubernamental expresada en el mensaje brindado por el presidente Morales al país,
en el sentido de que se realice un referéndum en los departamentos de
Beni y Cochabamba para definir la construcción de la carretera por el
TIPNIS; propuesta que no es otra cosa que la expresión clara de la
intención gubernamental de persistir con la construcción de la carretera
por el TIPNIS, pasando por alto los mandatos de la CPE, la normativa
ambiental y, principalmente, la voluntad de los pueblos indígenas que
habitamos el TIPNIS y los pueblos del país, quienes decidimos proteger
nuestro territorio de la destrucción que provocaría dicha carretera.
Dejamos claro que, no habiéndose hecho la consulta oportunamente,
ninguna consulta amañada y manipulada –o ningún referéndum como el que
se pretende hacer- son válidos ni legítimos, una vez que se avasallaron
los derechos múltiples mencionados; por tanto, ratificamos que no
aceptaremos ninguna propuesta de construcción de la carretera que
atraviese el TIPNIS.
Sexto.
Para garantizar el respeto a la voluntad de las naciones y pueblos
indígenas originarios, de las comunidades afectadas del TIPNIS, de los
marchistas y del pueblo movilizado de que la carretera no atraviese el
TIPNIS, exigimos que el Presidente del Estado tome la decisión histórica
de modificar el proyecto carretero a través de la promulgación de una
ley que establezca expresamente que la carretera no atravesará el
Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure.
Séptimo.
En relación a las víctimas de la represión del campamento de los
marchistas indígenas, exigimos una investigación exhaustiva y que se
identifique y enjuicie a los autores intelectuales y materiales de
semejante violencia; asimismo, que se devuelvan los bienes de los
marchistas incautados por la Policía (dinero, celulares, carpas,
alimentos y otras vituallas) y que se indemnice a las víctimas por los
daños causados.
Octavo.
Nos declaramos en emergencia, conjuntamente con las organizaciones y el
pueblo movilizado, estableciendo que la marcha continúa, así como deben
continuar las movilizaciones, las vigilias, las huelgas de hambre en
todo el país, mientras no se promulgue esta ley y no se nos restablezcan
todos los derechos conculcados.
Noveno.
Pedimos la renuncia del Ministro de la Presidencia, del Ministro de
Obras Públicas, de la Ministra de Justicia, de la Ministra de Medio
Ambiente y Agua, así como de la Viceministra de Biodiversidad y Cambios
Climáticos.
Décimo.
Desconocemos toda intención o convocatoria de diálogo que no sea
autorizada por el seno de la marcha para el tratamiento de los 16 puntos
de nuestra plataforma de demandas.
Décimo
primero. Pedimos el amparo y respaldo de todo el pueblo boliviano, y en
particular del pueblo de La Paz, para continuar con nuestra marcha. Por
ello, convocamos a todos los bolivianos y paceños a acudir a nuestro
encuentro y acompañar nuestra marcha pacífica hasta la ciudad de La Paz.
POR NUESTRA HISTÓRICA VIII MARCHA INDÍGENA EN DEFENSA DE NUESTROS TERRITORIOS Y NUESTROS DERECHOS
Firman:
Yenni Suárez, presidenta del Comité de Marcha
Jorge Mendoza Valdez, del pueblo Guaraní, vicepresidente de la Comisión de Marcha
Fernando Vargas Mosúa, del pueblo Mojeño, presidente de la Subcentral del TIPNIS
José Bailaba Parapaino, del pueblo Chiquitano, Primer Gran Cacique General de la Organización Indígena Chiquitana (OICH)
Melva Hurtado Áñez, del pueblo Moré, presidenta de la Central de Mujeres Indígenas de Beni (CMIB)
Guillermo Suárez, del pueblo Movima, secretario de Tierra y Territorio de la Central de Pueblos Indígenas de Beni (CPIB)
Porfidia
Viri Noe, secretaria de Educación, Salud y Juventudes de la
Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia (CNAMIB)
Miguel Charupá, del pueblo Chiquitano, secretario del Comité de Marcha
Walberto
Baraona Garnica, del pueblo Quechua, mallku de Medio Ambiente del
Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ)
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