sábado, 8 de octubre de 2011

Helena Argiakis: "Las redes sociales son un arma de destrucción social"




Reportaje
La politóloga Helena Argirakis señala que las redes sociales se usan como “armas de destrucción social”, a través de la tergiversación informativa. Periodistas y analistas ven manejo poco profesional de la información.  

MELINA VALENCIA ACHÁ

Cambio


Las redes sociales se incorporaron como  nuevos soportes mediáticos al conflicto del Tipnis, más peligrosos que los medios de difusión convencionales que funcionan como oposición política en el país, consideró la politóloga Helena Argirakis.

El 15 de agosto, dirigentes de la Confederación de Indígenas del Oriente Boliviano (Cidob) iniciaron en Trinidad la marcha en defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis). Se oponen a la construcción de la carretera San Ignacio de Moxos-Villa Tunari, porque atraviesa el Tipnis.

Después de 40 días de infructuosos intentos de diálogo, el domingo, la Policía intervino la marcha. Reportes televisivos, radiales y  de prensa escrita evidenciaron que en la acción policial hubo excesivo uso de la fuerza. 

Analistas, comunicadores y autoridades del Gobierno, por separado, coinciden en que el manejo mediático del conflicto por el Tipnis, en algunos casos, fue sesgado, y en otros difundido sin contraste de fuentes ni suficiente investigación, que le dieron un cariz político.

La politóloga Helena Argirakis divide en dos el manejo mediático del conflicto por el Tipnis. En su criterio, en el primer escenario están los medios que “fungen como oposición política” a través de la radio, prensa y televisión privadas, que son un soporte de manipulación y tergiversación de la información en base a intereses vinculados “a una derecha internacional”.

Peligrosas redes sociales 

Argirakis considera que al tradicional manejo mediático de la información se unen las redes sociales, nuevos soportes que generan “politicidad” en tiempo real y “son armamentos de destrucción social”. Por esas características, Argirakis las califica como más peligrosas, incluso que la televisión.

Argirakis explica que las redes sociales, en el conflicto por el Tipnis, fueron tomadas como un nuevo campo de lucha con la finalidad de dirimir conflictos políticos.

“Como se dan en tiempo real,  es decir, sucede el hecho y automáticamente alguien ‘tuitea’ y da su criterio o su opinión, más que un análisis racional, genera una cadena de rumorología que a mi criterio no es aséptico sino un  interés velado donde se infiltran operadores a través de estos medios para tergiversar y manipular información”, señaló la politóloga.

“Estamos en otra generación de lucha política, hay que tener mucho cuidado. Para mí los Facebook y Twitter, entre otros, son armamentos; redes sociales de destrucción social, reproducen material en tiempo real y son perversas”.

La gente cree, en muchos casos, que es abusada en su buena fe. Y hoy se puede ver en los Facebook cómo se manipula la  conciencia de las personas cuando se transmiten opiniones. Por ejemplo, difundir que Evo Morales renuncie o incitar a la violencia, dijo Argirakis. Por eso, “las redes sociales son funestas y peligrosas”, incide. 

La politóloga señala que la gente tiene buenas intenciones al apoyar la marcha de los indígenas de tierras bajas y un genuino interés en que se introduzca el debate sobre ecología, medio ambiente y los territorios en la agenda pública. “Pero saltar de ese debate a acusar al Gobierno como un adversario, presentarlo como un enemigo a batir (...) que aparezca cierta derecha cavernaria, reaccionaria y violenta, que pide que Evo Morales renuncie, son dos cosas diferentes que tergiversan los medios de comunicación.

Dijo que en este tiempo posmoderno, el manejo periodístico tiene un desfase que nos lleva a incorporar a los medios de comunicación como instrumentos políticos. “Bajo esta lógica, que la gente sepa, que desde que se pone adelante de uno de estos soportes (TV, radio y otros), que estos son herramientas políticas, inclusive partidarios en algunos casos. Se deben tomar los recaudos sobre lo que se está diciendo, que no es una información neutral”. 

Según Argirakis, sólo de esta manera los códigos de ética ameritan una actualización.

Campaña mediática

De su lado, el rector de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno y analista político, Reymi Ferreira, considera que en el conflicto  por el Tipnis, los grandes medios tuvieron una orientación hacia algunos sectores  como es el caso de las redes nacionales de información. “Está claro que están en una campaña mediática”, afirmó.

Explicó que el efecto que causan los medios en la opinión pública, si bien no son determinantes, sí influyen.

“Creo que las reacciones que hubo por la represión policial han sido contagiosas en varios sectores de la sociedad civil, sobre todo por las imágenes de la “brutal acción policial” a gente indefensa, mujeres, incluso con niños en sus brazos. (Intervención policial a la marcha indígena en Yucumo, Beni, el domingo).

Ferreira asegura que las fuertes imágenes, como las del domingo, tienen un “poder catalizador” e influyen en la sociedad. Por lo cual, el rol de los medios de información debe evitar la confrontación y la violencia.

Si la información se maneja con responsabilidad y no con sensacionalismo, seguro que vamos a tener una sociedad más pacífica, más democrática, respetuosa y tolerante”, concluyó.


La ciudadanía ante la indefensión informativa

“Veo que hay un manejo poco profesional de la información y poco respeto al derecho a la información y a la comunicación de la ciudadanía”, afirmó la comunicadora social Sandra Aliaga respecto del manejo informativo de los medios informativos en general.

Dijo que cuando el manejo de la información no es ético ni profesional y no corresponde a la responsabilidad social que tienen los medios de informar amplia y pluralmente a la ciudadanía, no ayuda a que los ciudadanos formen sus propias opiniones.

En opinión de Aliaga, en el reciente conflicto por el Tipnis, una parte importante de medios de comunicación privados se pusieron en la línea de “franca oposición a la gestión del Gobierno de Evo Morales”.  En el otro extremo, medios del Estado tampoco ayudan a entender la otra cara de la medalla “porque hay poco manejo profesional”.

Manifestó que por estas razones la ciudadanía se encuentra en una “indefensión informativa” porque no sabe exactamente qué creer de todo lo que se dice.

“Nos hace falta tener mayor seguridad de que lo que nos están informando es un reflejo de la realidad y no un manejo de las opiniones de los que entregan la información”.

Agregó que no existe diferencia en el manejo de la información de este conflicto respecto de otros, porque se observa  más opinión y distorsión que información, que no ayudan a entender la realidad de los conflictos.


EL DATO

El Código de Ética de la Asociación Nacional de  Prensa es de cumplimiento  obligatorio por todos sus asociados y periodistas de los medios impresos afiliados.

Tienen un Tribunal de Ética, encargado de velar por el cumplimiento del código y de emitir sanciones morales cuando estos principios éticos hubieran sido transgredidos.

Este Código debe ser respetado y ejercitado por los propietarios, directores, editores, reporteros y todos los empleados de los medios afiliados a la Asociación Nacional de la Prensa, que incluye a gerentes, administradores, publicistas y trabajadores de otros sectores, para mantener la credibilidad de la sociedad en sus periódicos impresos.

Fuente: www.anpbolivia.com

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