Desde el 2006 Bolivia ha mostrado
liderazgo al mundo en entorno a los desafíos mas cruciales de nuestro
tiempo. Hemos logrado la aprobación del Derecho Humano al Agua y el
Saneamiento en las Naciones Unidas, e impulsado una visión de sociedad
basada en el Vivir Bien en vez del consumismo.
No obstante, debe haber coherencia entre
lo que decimos y lo que hacemos. No se puede hablar de defensa de la
Madre Tierra y al mismo tiempo promover la construcción de una carretera
que hiere a la Madre Tierra, no respeta los derechos indígenas y viola
de manera “imperdonable” los derechos humanos.
Cómo país impulsor del Día Internacional
de la Madre Tierra tenemos la gran responsabilidad de dar el ejemplo a
nivel mundial. Nosotros no podemos repetir las recetas del
“desarrollismo” fracasado que ha llevado a la relación de la humanidad
con la Madre Tierra a un punto de quiebre.
Es incomprensible que promovamos la
realización de una Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre los
Pueblos Indígenas para el 2014 si no somos vanguardia en la aplicación
de la “consulta previa, libre e informada” a los pueblos indígenas
dentro de nuestro propio país.
La Octava Marcha Indígena tiene
planteamientos incoherentes e incorrectos en relación a temas como
hidrocarburos y la venta de bonos de carbono de los bosques que
mercantilizan la Madre Tierra (conocido como REDD). Pero su preocupación
por la construcción de la carretera es justa.
Miles de delegados de los cinco
continentes que participaron en la Primera Conferencia Mundial de los
Pueblos sobre el Cambio Climático y los derechos de la Madre Tierra
están profundamente contrariados por la posición del gobierno de
Bolivia.
El conflicto del TIPNIS nunca debió haber
existido. La integración caminera es necesaria pero no a través del
“Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Secure” (TIPNIS). Es
cierto que será mas caro construir una carretera que no va a través del
TIPNIS. Pero tratar de ahorrar 200 o 300 millones de dólares sin tomar
cuenta los costos socio ambientales es ir en contra de los principios
del Vivir Bien.
Para cerrarle el paso a la derecha que
quiere instrumentalizar la protesta para retornar al pasado debemos ser
mas consecuentes que nunca en la defensa de los derechos humanos, los
derechos de los pueblos indígenas y los derechos de la Madre Tierra.
Aun es posible resolver esta crisis si se
suspende definitivamente la construcción de la carretera a través del
TIPNIS, llevamos a la justicia a los responsables de la represión a la
marcha indígena, e iniciamos un amplio proceso participativo de debate
nacional para definir una nueva agenda de acciones en el marco del Vivir
Bien.
Septiembre 28 del 2011
Pablo Solón
No hay comentarios:
Publicar un comentario