Marcha Indígena: “Nosotros marchamos por la vida”
Las y los marchistas amanecieron humedecidos, luego de la lluvia
torrencial que durante la noche inundó la mayoría de las carpas junto al
río Caranavi. Luego de poner las pertenencias a secar y tomar el
desayuno, los indígenas se reunieron en una cancha de futbol cinco con
los senadores Gabriela Montaño y Adolfo Mendoza, del Movimiento Al
Socialismo (MAS). Quienes dijeron que este partido político pretende
suspender temporalmente las obras de la carretera Villa Tunari-San
Ignacio de Moxos, mientras no se realice algún tipo de referéndum a una
población indeterminada. La charla fue tomada con desengaño por los
participantes de la octava marcha, porque el oficialismo ya presentó una
propuesta de ley al Parlamento, redactada –como es costumbre en el
gobierno de Evo Morales- sin consultar a los pueblos indígenas
involucrados en el conflicto. Los caminantes exigieron que esta
iniciativa sea retirada de consideración de la Asamblea Legislativa
Plurinacional (ALP), para presentar en su lugar una versión elaborada
por el MAS junto con los legisladores indígenas adheridos a la
movilización, que está a 160 kilómetros de La Paz. Mañana a las seis,
los indígenas tienen programado continuar su ascenso hacia esa ciudad.
Esta mañana llegó al campamento el azote de los marigüices. No
perdonaron ningún trozo de piel que quedara al descubierto, aunque era
difícil estar tapado en el calor hiperhúmedo del día, cuando reapareció
el sol para evaporar fulminantemente a los charcos y remanentes de la
tormenta. Estar con mucha ropa tampoco era garantía de protección,
porque estos bichos tan perspicaces y diminutos se las arreglan para
colarse entre los pliegues de la vestimenta para beber sangre marchista
con toda comodidad. Para el mediodía ya se habían agotado en el
campamento los repelentes de insectos en crema y aerosol.
Mientras muchos marchistas hablaban con los senadores del MAS, otros se
dedicaban a pintar sobre telas los nombres de sus organizaciones. Porque
las banderas y las pancartas de los pueblos indígenas y organizaciones
en la Octava Marcha Indígena fueron quemados por la Policía Nacional en
Yucumo, junto a gran cantidad de las pertenencias de las y los indígenas
reprimidos, según testimoniaron.
Para el almuerzo volvieron a
aparecer las verduras, que habían escaseado durante los últimos días de
caminata. Estaban entre las cuantiosas donaciones de la población de
Caranavi para los marchistas, mujeres y hombres de todas las edades.
También les dejaron decenas de kilos de ropa, que las y los donados se
entretuvieron en seleccionar.
La gente de la marcha exprimió el
río Caranavi: niñas, niños y no tanto jugaron en el agua correntosa,
otros se bañaron y se limpiaron la ropa, entre algunos vecinos que
hundieron sus movilidades para lavarlas. Estar con los cuerpos
sumergidos era la manera más eficaz de evitar los marigüices, que
dejaron repletas de ronchas las espaldas, piernas y brazos de los
visitantes.
Los senadores
Montaño y Mendoza informaron
a los indígenas sobre la propuesta de ley corta del Gobierno nacional
para suspender temporalmente –se remarca el “temporalmente”- la
construcción del tramo dos –más remarcado- de la carretera Villa
Tunari-San Ignacio de Moxos. Como era de prever, los marchistas
rechazaron esta iniciativa y pidieron que se tomara en consideración la
propuesta en borrador entregada a la ALP por representantes de la Octava
Marcha Indígena. Senadora y senador consensuaron en que esperarían un
fax desde La Paz para confirmar que hoy no sería tratado por los
asambleístas la iniciativa de ley corta del Gobierno, como estaba
agendado. Mientras tanto, sugirieron que oficialistas e indígenas
prepararan un tercer proyecto de normativa para evitar que el pavimento
corte al Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS),
donde viven 15 mil indígenas de los pueblos Chimán, Yuracaré y Mojeño,
propietarios de esta área protegida.
“Le entregamos a los
senadores una resolución solicitando que se retire definitivamente el
proyecto de ley corta presentado por el Órgano Ejecutivo. Si esa
propuesta no se retira, no habrá trabajo de comisión con los diputados
indígenas encomendados por la marcha para discutir de nuevo el proyecto
de ley” sobre la carretera y el TIPNIS, dijo Fernando Vargas Mosúa,
presidente de la Subcentral de Comunidades del área protegida de
1.200.000 hectáreas. De este número, está en poder de los indígenas
1.000.000 de hectáreas. Las 200.000 mil restantes están en manos de
campesinos (mayormente cocaleros) que ya viven ahí dentro y el Estado
considera que es imposible sacarlos.
“Tenemos que acomodar
nuestras atapinkas y continuar con la marcha. Ellos (la y el senador)
podrían habernos traído hoy una respuesta positiva. Pero ellos reciben
órdenes y esas órdenes vienen del presidente del Estado Plurinacional.
Si la respuesta es positiva de parte del Presidente, entonces está
empezando a nacer el camino de la voluntad para solucionar el problema.
Pero si dice que no, significa que estamos nomás enraizados en el
orgullo y en el egoísmo de ‘aquí yo paso y paso le guste a quien le
guste’”, dijo el dirigente del pueblo Mojeño.
“Estamos
simplemente aquí parados en este momento porque necesitábamos
escucharlos a ellos, para que no se diga que ‘la marcha continuó y nos
dejaron aquí parados’”, dijo Vargas.
“Ellos (Montaño y Mendoza)
van a decir al presidente del Senado y de la Cámara de Diputados que se
suspendió la sesión de hoy día, cuando iban a hacer tratamiento del
proyecto de ley presentado por el Ejecutivo. Pero nosotros no estamos
pidiendo eso. Pedimos el retiro definitivo del proyecto de ley
presentado por el Ejecutivo (la ley corta sobre la construcción de la
carretera). Hasta que eso no suceda, no se trabajará el proyecto de ley
que la columna de la marcha ha encomendado a nuestros hermanos diputados
(el mojeño Pedro Nuni y el guarayo Bienvenido Zacu), quienes
trabajarían con estos senadores, porque tal vez les interese no ser
parte de la criminalidad que se va a suscitar si se aprueba el proyecto
de ley presentado por el Ejecutivo”, dijo el presidente de las
comunidades del TIPNIS.
“Rechazamos el proyecto de ley del
Ejecutivo porque es anticonstitucional, es una provocación que va a
viabilizar el genocidio y etnocidio. Si quieren solucionar, deben
trabajar la propuesta presentada por nosotros y nuestros diputados, no
hay vuelta que darle”, dijo tata Rafael Quispe Flores, mallku de
Industrias Extractivas del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del
Qullasuyu (CONAMAQ).
“No podemos caer nuevamente en que nos
distraiga el Gobierno. Antes vinieron los ministros, dijeron ‘vamos a
dialogar’, y dijimos ‘sí, dialoguemos’. Nos tenían parados cinco días,
salían a la prensa diciendo ‘mira, estamos dialogando, les estamos
preguntando’. Hermanos: no es así ¿Cuál es el objetivo de los
asambleístas? Distraernos. Francamente, ese es mi pensamiento. Ojalá que
no sea así. Pero si evidentemente esta comisión es de buena fe ¿por qué
el Ejecutivo presentó otro documento a la Asamblea y se lo agendó,
sabiendo que había una comisión conformada por diputados indígenas para
elaborar una propuesta que sea discutida en la Asamblea? La cuestión es
muy clara, clara, clara. La propuesta que trabajen los asambleístas
indígenas con ustedes es la que se debe agendar. Pero para que ya no nos
estén distrayendo, necesitamos una nota oficial de la Asamblea
Legislativa Plurinacional en ese sentido: que la comisión de
asambleístas indígenas con ustedes van a trabajar esa ley corta a base
de nuestra propuesta. Y esa otra propuesta del Ejecutivo ya agendada se
levanta, porque se tiene que levantar. Si es tan coherente su propuesta
como ustedes la están planteando, nosotros vamos a considerarlo, pero
cuando exista un compromiso escrito, oficial. Eso no hemos hecho con los
ministros. Y han venido al final, cuando estábamos llegando a una
resolución, a decirnos que ‘no porque hay una decisión política’ de
hacer la carretera. Es la decisión de alguien que manda en el Gobierno,
porque el presidente del Estado Plurinacional dice que no sabe de la
intervención policial (del 25 de septiembre en Yucumo), entonces si no
sabe ¿quién manda? Gobierna Evo Morales o alguien. Entonces, justamente
para tener la documentación, para tener la seriedad sobre la propuesta
de ustedes, solicitamos que sea en forma escrita, así nosotros lo vamos a
considerar. Porque si no, entramos nuevamente en este círculo vicioso
de diálogo pero no hay ningún avance, es más bien un diálogo de sordos.
Hoy, ya deberíamos estar avanzando y por escucharles con todo el respeto
nos hemos quedado. Ahora van a decir que nuevamente queremos sabotear
las elecciones (para magistrados del Órgano Judicial, el 16 de octubre).
Antes venían los ministros, nos hablaban y afuera el Gobierno nos
chicoteaba. Ahora ustedes nos hablan acá y afuera van a decir que
nosotros queremos llegar a las elecciones para fregarlas. Y no es así.
La decisión ha sido tomada: recibiremos la propuesta acá y en forma
escrita”, dijo Quispe a los asambleístas venidos a Caranavi.
“Nosotros no hemos pedido ningún referéndum, para su aclaración. Aunque
no sea abogado, sé que los indígenas tenemos tres normativas jurídicas
sobre nuestros derechos: una es nacional, la Constitución Política del
Estado. Otras internacionales son el Convenio 169 de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) y la Declaración de los Derechos de los
Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas. No hay cómo perderse en el
tema de la consulta a los dueños verdaderos del territorio. Es
anticonstitucional el referéndum que nos plantea el Ejecutivo”, dijo a
la comisión de la ALP el legislador indígena Zacu.
Marcha y contramarcha
“La marcha del CONAMAQ (de Oruro a La Paz) surge en protesta por la
masacre que nos han hecho el 25 de septiembre. En ese momento teníamos
que dispersar la presión política de la marcha, pero sigue siendo la
misma marcha que está aquí. A raíz de la represión policial que nos
hicieron a esta columna de la octava marcha siguen habiendo vigilias en
la plaza San Francisco (en La Paz), en las ciudades de Cochabamba y de
Santa Cruz: todos estos espacios son uno solo. Y solamente a la llegada a
La Paz vamos ser físicamente uno solo todos”, dijo Quispe. Hoy, desde
esta movilización anunciaron que 25 indígenas del TIPNIS se sumarán a la
marcha del CONAMAQ; que actualmente se encuentra en la población de
Calamarca. Cómicamente, 50 kilómetros más atrás los sigue una marcha de
campesinos masistas, quienes quieren llegar a la ciudad de La Paz el 12
de octubre para demostrar su apoyo a Morales. Seguramente para ese día
no estarán valladas las entradas a la plaza Murillo, como sucedió en
todas las marchas de 2011 realizadas en esa urbe.
“Toda marcha
es constitucional. Pero la marcha de los pueblos indígenas -incluyendo
al CONAMAQ- es una marcha en defensa del Estado Plurinacional, en
aplicación de la Constitución Política del Estado, por la reconducción
del proceso de cambio. Las otras marchas que se hacen en apoyo al
Gobierno, se hacen en apoyo al no cumplimiento de la Constitución, en
apoyo al masacre que se nos ha realizado el 25 de septiembre, eso están
apoyando los hermanos. Al final, ellos tienen derecho a marchar. Pero la
marcha de ellos es en apoyo al genocidio, al etnocidio y a la
vulneración de los derechos. Nosotros marchamos por la vida”, dijo
Quispe, del pueblo Aymara.
Según han consignado los medios
televisivos, la marcha de los campesinos oficialistas dispone de
movilidades de las organizaciones convocantes. La mayoría no tiene
placa, lo que claramente demuestra que se trata de vehículos “chutos”.
Pero la Policía Nacional no interviene, como sí lo hizo con la octava
marcha para sacarle dos camionetas, una del CONAMAQ y otra de la
Asamblea del Pueblo Guaraní (APG), que al menos llevaban placa. “Ellos
(los dirigentes de organizaciones campesinas oficialistas) ya se creen
dueños, piensan que andan por sus haciendas. Por esta parte del país
vemos que a las movilidades de ellos las dejan pasar las trancas sin
placa y sin nada, mientras a nosotros nos revisan todo. Es una
discriminación que viene desde el Gobierno”, dijo el mallku.
A
partir de mañana, la marcha indígena tendrá que recorrer un trayecto de
75 kilómetros sin ningún poblado. Por este motivo, en los lugares donde
acampen no dispondrán de las comodidades que ofrecen pueblos como
Caranavi. Además, en esta zona de noche hace un frío muy húmedo. La
próxima localidad es Coroico, adonde las y los 1200 marchistas llegarían
en tres días, si recorrieran 25 kilómetros por día.
(Comisión de Comunicación de la Octava Marcha Indígena)
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